Blanes, antiguo pueblo de pescadores enclavado en la comarca de La Selva, es hoy un importante destino turístico que reúne todos los servicios de una ciudad, con una amplísima oferta comercial, gastronómica y de ocio, y todo el encanto de las poblaciones costeras de la Costa Brava.
A lo largo de 4 km de costa, grandes playas se alternan con pequeñas calas y acantilados de roca rodeados de montañas. Destacan la playas de Blanes, en el centro de la villa, junto al puerto; S’Abanell, en la zona más turística de la localidad; Treumal, la más pequeña, situada al norte y rodeada del Paraje de Interés Nacional Pinya de Rosa; Santa Anna, detrás del puerto y bajo el Convent de Blanes; y Sant Francesc, rodeada de pinos y muy recomendable para familias.
En el punto más elevado de Blanes, la montaña de Sant Joan, se encuentran los restos del castillo homónimo, construido a mediados del siglo XIII por orden de Grau de Cabrera sobre una edificación preexistente de la que se conserva la esbelta torre, edificada en el siglo XI. Se trata de un mirador espectacular, que ofrece magníficas vistas sobre prácticamente la totalidad del término municipal de Blanes.
Paseando por el núcleo urbano de Blanes, salen a nuestro encuentro elegantes casas ochocentistas y vestigios góticos como la Fuente Gótica o la iglesia de Santa María, antiguo palacio de los vizcondes de Cabrera (s. XIV). De interés son también las ermitas de la Antiga y la de la Salud, así como la iglesia de Santa María.
El jardín botánico de Marimurtra, declarado Bien Cultural de Interés Nacional por el gobierno de Cataluña, es uno de los jardines botánicos de Europa más interesantes paisajísticamente. Con 4 hectáreas de extensión, alberga en torno a 3.000 especies exóticas. Por su parte, el Jardín botánico Pinya de Rosa, un jardín tropical de unas 50 hectáreas ubicado a 2 km de Blanes, permite observar unas 7.000 especies de todo el mundo.
Gracias a su ubicación, entre el mar y la montaña, y su clima, Blanes es un destino ideal para disfrutar de actividades deportivas y al aire libre durante todo el año: desde deportes acuáticos en sus playas (buceo, vela, natación, surf o remo) hasta rutas ciclistas y senderistas, pasando por las opciones deportivas de interior que ofrece la Nueva Ciutat Esportiva, con uno de los pabellones deportivos más grandes de España (40.000 m2).
